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LOTE - ABADÍA Y TRAPENCES №1+№2 - Según Stock 24 Botellas x 33cl
Los monasterios fueron los primeros lugares donde se produjo cerveza a gran escala. Asumieron este papel en la época de la caída del Imperio Romano y la expansión del cristianismo, cuando la cerveza se convirtió en un alimento esencial –no solo una bebida– para el sustento de las comunidades religiosas, sobre todo en una época en la que su consumo era preferible al del agua, a menudo insalubre. Los monjes elaboraban cerveza para su propio consumo diario, pero el excedente de producción se destinaba a los peregrinos, los pobres y los posibles compradores. Con el proceso de secularización, las órdenes religiosas entraron en crisis y perdieron su papel protagonista en la elaboración de cerveza. Sin embargo, sus cervezas no desaparecieron del todo. De hecho, las cervezas vinculadas a abadías y monasterios siguen estando en el mercado hoy en día, aunque en una forma diferente a la del pasado. Generalmente se utilizan dos nombres para designar la cerveza elaborada en el seno de las estructuras religiosas: “cerveza de abadía” y “cerveza trapense”. Ambas son fruto del proceso histórico mencionado anteriormente, pero tienen significados profundamente diferentes, que a menudo se confunden o se malinterpretan.